viernes, 5 de febrero de 2010

¡Camina, no Arrolles!


Miriam ha escrito:

Padre Pedro, tengo 17 años. Estoy pasando por una etapa muy difícil. Le mentí a mis papás para salir algunas veces con alguien de quien me enamoré; él es una persona no muy adecuada, pero de muy buen corazón.

Por esta misma situación mis papás me enviaron a otra ciudad. Siempre he sido buena estudiante y me preocupo por eso; ahora mismo estoy esperando comenzar la universidad, pero me siento muy triste; abandoné a todos mis amigos, mis padres no quieren que regrese por miedo a que me encuentre de nuevo con la persona que quiero. Sin embargo, he seguido en contacto con él.

Mis padres me llaman poco, tal vez porque se sienten decepcionados. Me he vuelto una persona muy susceptible, con miedo al futuro, insegura y no me abro con nadie. Apenas ahora, hablando con usted.

No sé qué decidir: si casarme en un año, pero continuando mis estudios, aunque tenga que imponerme ante mis padres. Mi madre pasó por una situación similar a mi edad y a pesar de eso, no me comprende.

Extraño mi vida de antes. Acá sólo estoy encerrada. No tengo lo que creo merecer a mi edad: apoyo, cariño, amigos. A veces quiero escapar de todo y ser independiente, pero no quiero lastimar a nadie, a pesar de que a los demás no les preocupa mi situación. No le importo a mis padres, porque me han enviado de un lugar a otro.

Padre, no quiero separarme de esa persona que me ha demostrado muchas cosas; hemos arriesgado mucho para estar juntos, aunque no hemos podido. Él me hace muy feliz. Espero que pueda ayudarme.


¡Hola Miriam! Comprendo tu tristeza. Sin embargo me presentas una situación muy confusa. Creo que debes sincerarte un poquito más: ¿quieres volver a tu casa para recuperar tu vida de siempre al lado de la gente que te ama o simplemente porque estás empeñando toda tu felicidad a tu relación sentimental?

Debes definir lo más importante para ti:

1- Tu relación con tus papás: cierto que a veces los padres se equivocan, nadie es perfecto, pero nunca podrás pensar que tienen mala intención. Seguramente si les preguntas te dirán sin dudar que sólo esperan que tú seas inmensamente feliz. ¿Tu mamá vivió algo parecido? Con mayor razón, escúchala.

2- Tus estudios: Muchos dicen: "me caso y sigo estudiando"; pocos lo logran. No soy pesimista, sólo quisiera que no te hagas falsas ilusiones.

3- Tu noviazgo: que es bonito seguramente, pero es apenas una relación en la que se están conociendo. ¿Estás segura que llegaste al tiempo de "elección" y que es él la persona con quien quieres compartir el resto de tu vida? ¿Estás segura que él te amará en la alegría y en la adversidad por siempre y que su apoyo ha de sustituir al de toda tu familia? (Porque optar por él ahora, sería verte separada aún más de tu familia). ¿Garantiza esta relación la fidelidad perpetua? (Sólo te hablo un poco de las experiencias que he conocido en las muchachas que como tú, después de haber dejado todo por un enamoramiento, se han quedado tristemente sin nada. Además me llama poderosamente la atención que dices que te has enamorado de una persona no adecuada).

Intenta no apresurarte, lo más duro ya pasará. No tomes decisiones tan vitales llena de tantas dudas. Piensa que la distancia madura todo amor.

Hija, camina con calma y no empujes. Ninguna vida feliz puede construirse sobre la tristeza de los seres amados. Ten paciencia y, haciendo bien las cosas, demuestra a tus padres que pueden confiar en ti; ellos sólo quieren que seas feliz, han dado mucho por ti. No deshagas esa historia.

Haz pronto un nuevo grupo de amigos en el lugar donde estás; lucha por cosas buenas para tu futuro: tu profesión, tu vida estable, tu familia bonita: proyecta tu vida. Camina, no arrolles. Si así obras, serás dichosa, te irá bien. ¡Dios te ilumine y te bendiga!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.